Cada vez más personas incorporamos a nuestra dieta suplementos naturales que ayudan a alargar y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, muchas veces su ingesta se realiza indiscriminadamente, sin consejo profesional, con lo que no siempre se absorben de forma efectiva. Para optimizar las propiedades de los complementos dietéticos, hay que tomarlos en el momento apropiado. Conozcamos los aliados de la salud que más se consumen y cómo debemos ingerirlos.
1. Nutrientes liposolubles. Incluyen los ácidos grasos esenciales (aceite de onagra, EPA/GLA, aceite de germen de trigo, lino, cártamo); las vitaminas A, D, E y K; los carotenoides; la lecitina de soja; la fosfatidilcolina y la coenzima Q-10. Deben tomarse preferentemente con las comidas y se absorben mejor mezclados con ensaladas aliñadas con aceite de oliva, queso fresco o yogur.
2. Vitaminas hidrosolubles. Son la vitamina C y las del grupo B. Se pueden tomar solas o con las comidas, aunque las del complejo B es preferible que se ingieran con alimentos. Las fórmulas de liberación sostenida aseguran la presencia de niveles efectivos de estas vitaminas durante horas, lo que incrementa su eficacia.
3. Minerales. Algunos minerales se pueden tomar en ayunas, aunque la mayoría se toman preferiblemente justo antes de las comidas. Una excepción es la dolomita (fuente natural de calcio y magnesio), que debido a que puede reducir la acidez del estómago, se recomienda ingerirla 1-2 horas después de comer.
4. Aminoácidos. Son los elementos constitucionales de las proteínas. Deben tomarse con agua o zumo (no leche) al menos media hora antes de las comidas para asegurar su absorción y evitar que entren en competencia con los aminoácidos procedentes de los alimentos. Algunos aminoácidos (L-fenilalanina, L-tirosina y L-glutamina) pueden activar la mente y no es recomendable tomarlos por la noche.
5. Enzimas digestivas. Para mejorar la digestión, se toman a mitad o al final de las comidas; para lograr efectos antiinflamatorios, antiagregantes o cicatrizantes, se ingieren en ayunas o alejados de los alimentos.
6. Pre y probióticos. Los prebióticos pueden tomarse con bebidas o comidas. Lo ideal es repartir la dosis diaria en dos tomas: una 30-60 minutos antes de comer y la otra antes de acostarse. Así se consigue un reequilibrio intestinal gradual y se reduce la formación excesiva de gases. Los probióticos se pueden tomar antes de comer o mezclados con alimentos que no estén demasiado calientes, ya que el calor excesivo puede afectar a la viabilidad de las bacterias beneficiosas.
7. Extractos herbales. Las hierbas para la digestión (jengibre, manzanilla, cardo mariano, diente de león…) se toman con los alimentos. Para otras funciones, pueden ingerirse con o sin comida: hamamelis para la circulación, espino blanco para la tensión, pasiflora para el sistema nervioso…
Excepto los complementos que deben ingerirse en ayunas, la mayoría pueden tomarse dentro o fuera de las comidas, en función de la susceptibilidad gastrointestinal de cada uno.
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